martes, noviembre 11, 2014

Crear, resistir, resistir , crear.

Antonio Becerro cuenta la experiencia
de pintar en Italia
 
“Crear y resistir, resistir y crear” es el título de la charla que el artista visual realizará este viernes 7 de noviembre en el Instituto Italiano de Cultura, donde hablará de obra “La Sixtina de los perros”, que inauguró en el Salón de las Pirámides de Sicilia.
 
 
“Ya con los pies en mi país, con el espesor de la distancia mensurado, pienso y regreso a Sicilia con el recuerdo de haber estado en un lugar espléndido. La residencia en Capo d’Orlando constituyó una experiencia altamente estética y mística, y en ello fue fundamental el contacto con la naturaleza en la envolvente esencia y memoria de la familia Piccolo”, así reflexiona el artista visual Antonio Becerro, quien este viernes 7 de noviembre, a las 18 horas, contará la experiencia de pintar en Italia en un conversatorio que tendrá lugar en el Instituto Italiano de Cultura, ubicado en calle Triana 843, Providencia.
La charla, que se titula “Crear y resistir, resistir y crear”, será moderada por el periodista y teórico Tito Muñoz y forma parte del ciclo de exposiciones “Un viaje a Italia ida y vuelta”. Esta vez,  Becerro revisará las intensas tres semanas que demoró en pintar la obra “La Sixtina de los perros” en el cielo del Salón de las Pirámides de la casa museo de Villa Piccolo, un proyecto dirigido por el curador italiano Lorenzo Zichichi, quien convocó a tres artistas de distintos continentes.
“La idea de Zichichi es producir un cruce de culturas en Sicilia, una isla ubicada en el corazón del mar Mediterráneo, que desde siempre, por siglos, ha sido punto de paso y confluencia de las más diversas migraciones humanas”, explica Becerro, quien agrega que recién comprendió en su magnitud el llamado del curador cuando llegó a Villa Piccolo y lo invitaron a conocer el cementerio donde los integrantes de esta familia de artistas sepultaba y recordaba con dignidad a sus perros, los que, en otras circunstancias, han sido precisamente el principal ícono del artista visual y taxidermista chileno.
“Pintar esa pirámide invertida de 36 metros cuadrados fue una ardua labor. La acción de dibujar con los pinceles boca arriba, hacia al cielo, no solo obliga a doblar el cuello y mirar lo que está sobre nosotros. Es un ejercicio físico mayor cuando se trata de plasmar y ordenar nuestros elementos imaginarios. Uno se ve obligado a sostener el pulso y a trabajar contra la fuerza de gravedad, tensionando los músculos de hombros y espalda”, cuenta Becerro, quien agrega que el periplo y la experiencia fueron gratificante, “porque esta es la manera de generar diálogos y cruces verdaderos en pos de una sociedad globalizada, culta y actual, en la que cada nación glorifica el arte como una virtud de su propiedad fundamental y en los atributos de su grandeza”.
El ciclo “Un viaje a Italia ida y vuelta”, que ya incluyó la participación de Nikolás Sato con Justo Pastor Mellado y de Carlos Vidal con Raffaella Bianchi, continuará el viernes 21 de noviembre con la presentación de Luigi Brisso y Máximo Corvalán, y cerrará el viernes 5 de diciembre con Michell León y Christian Castro.








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